Dejar finasteride y seguir con minoxidil, ¿se puede hacer?

Finasteride y minoxidil son dos tratamientos capilares pensados especialmente para hacer frente a la caída del cabello. En la actualidad, son los tratamientos más eficaces y habituales que se suelen emplear. Una de las preguntas que muchos pacientes se hacen es si se puede dejar finasteride y s eguir con minoxidil. Finasteride es un fármaco que emplea diversos mecanismos bioquímicos para bloquear la enzima DHT, el andrógeno más potente. El minoxidil, por su parte, es un vasodilatador que, gracias a que aumenta la circulación de la sangre, estimula la irrigación en la base del folículo piloso.

¿Se puede dejar finasteride y seguir con minoxidil?

Finasteride es un tratamiento a largo plazocuyos primeros resultados comienzan a verse al tercer mes de aplicación. Un tratamiento en el que se requiere ser constante, por lo que no es nada recomendable dejarlo sin más. En caso de hacerlo, tendríamos que continuar de forma inmediata con otro tratamiento similar. En este caso, el minoxidil.

Por tanto, sí se puede dejar finasteride y seguir con minoxidil. Pero siempre y cuando no se alargue el paso de un tratamiento a otro. Dicho paso debe ser inmediato para que los resultados aparezcan en el plazo establecido. Si se deja el finasteride y no se sustituye por el minoxidil, cualquier avance o mejoría que hayas conseguido en lo que respecta a la recuperación del cabello y el aumento de su grosor se detendrán.

¿Por qué dejar finasteride y seguir con minoxidil?

El finasteride y el minoxidil son dos tratamientos muy eficaces para las primeras fases de la alopecia androgenética. Cuando el cabello comienza a caerse y pierde densidad, es el momento ideal para su aplicación. Ya hemos visto que si dejas finasteride, debes continuar cuanto antes con el tratamiento de minoxidil. Pero, ¿por qué hacerlo?

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Obtener los mejores resultados

No puedes dejar de golpe ninguno de los dos tratamientos. Los resultados de ambos comienzan a verse a partir de los 2-3 primeros meses de uso. Por tanto, se trata de un tratamiento a largo plazo. Si dejas la aplicación de finasteride, debes continuar con minoxidil para no perder la eficacia de los resultados. De lo contrario, es como si tuvieras que empezar de nuevo. Además, en estos 2-3 meses lo que verás serán los primeros resultados. A partir del sexto mes de aplicación, por ejemplo, estos resultados mejoran mucho más. Tanto es así que el grosor de pelo ya será mucho mayor. Por tanto, la principal razón por la que dejar finasteride y seguir con minoxidil es la de seguir manteniendo la eficacia del tratamientocon el paso del tiempo.

Folículos pilosos más nutridos y más sanos

Uno de los principales efectos del minoxidil es que, al tratarse de un vasodilatador, se consigue que los folículos pilosos estén más nutridos y más sanos. De esta manera, no solo lograrás evitar que se pierda el cabello, sino también que este se regenere. Se puede decir, por tanto, que el minoxidil estimula el cuero cabelludo de forma directa. Además, hay que señalar que el finasteride es un tratamiento más agresivo que el minoxidil. De hecho, se trata de un tratamiento hormonal y cuyos primeros resultados tardan en llegar. Una vez que has dejado el finasteride, es necesario sustituirlo de inmediato por el minoxidil para acelerar la presencia de estos primeros resultados.

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Lo que está claro, en definitiva, es que si dejas finasteride debes continuar de inmediato con minoxidil. Ambos tratamientos son compatibles, por lo que se pueden usar a la vez para potenciar sus efectos. En nuestro catálogo de Farma Segura podrás adquirir ambos productos al mejor precio. Una inmejorable oportunidad de reducir la caída del cabello y ganar en volumen y grosor.